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UÑAS ENCARNADAS


El dolor que causan las uñas encarnadas es increíblemente desesperante. Los pies ayudan a soportar el peso de tu cuerpo, a caminar, correr y ponerte y mantenerte de pie. Y que esto sea doloroso puede complicarte mucho la vida. Cualquiera puede ser víctima de este problema. Entonces, ¿qué hacer?

Si tus uñas con convexas (curvas hacia abajo en los laterales) hay mayor probabilidad de que se encarnen. Si te ocurre repetidamente busque ayuda de un podólogo, que es el especialista de los pies, no el que los poda.


Los cortes incorrectos son la mayor causa de esta molestia. Para evitar que se astillen o corten mal y queden puntas con filo que pueden hacerte más daño, remoja tus pies por 10 minutos en agua tibia. Corta de forma recta la parte de arriba, a ras con los bordes de la piel, nada de curvas ni óvalos. 

Usa siempre corta uñas y lima, para cortar y limar las asperezas, nunca use tijeras, cuchillos, objetos con filo y menos las arranque. Si ya está enterrada o se está enterrando ayúdela a salir de ese lugar y seguir el camino hacia afuera. 

Remójala por 5 min. en una solución de agua caliente con Domeboro (Acetato de Aluminio), séquela. Haga un pequeño rollo de algodón e insértelo debajo del borde que se está enterrando. Aplíquese un desinfectante y repita el procedimiento a diario. El algodón levanta la uña para que crezca sobre la piel y no dentro de ella.

Si tienes mucho dolor y están infectadas, rémojalas por 15 min. en agua de caléndula tibia, esto te ayudará a controlar el dolor y la infección, mientras acudes al médico.


Deja que tus dedos respiren. Evita zapatos con puntas estrechas, medias apretadas y tacones elevados. A menos que seas modelo, reina o japonesa.

Lo mejor es dejar sus uñas a un experto. Si hay infección, consulta a tu médico. Ten tus propios instrumentos para arreglarlas y no los compartas con nadie. Elimina la piel que sobra con piedra pómez.


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