La mente de los niños es muy fácil de impresionar, puedes pensar que hay ciertas cosas que los niños no notarán, pero realmente se dan cuenta de muchas de ellas, pueden ignorar esas cosas o simplemente eliminan ese recuerdo de su cabecita lo que termina influyendo en su desarrollo como adulto, pueden ser pensamientos aterradores, llenos de frustración o mucha tristeza.
Como padre debes ser consciente de los pensamientos que pueda llegar a estar expuesto su hijo, puede pasar bajo su vigilancia el que puedan salir muy afectados por varios factores externos, debes estar bien atento.
4 Comportamientos que afectan negativamente a los niños
1. Comparaciones negativas
No importa si su entorno familiar es el más amoroso y el más estable, los niños notarán la diferencia en la forma en que los tratan y en como tratan a sus hermanos u a otros niños, la situación empeora cuando exiges resultados sin tomar en cuenta el esfuerzo que pone el niño para llevarlo a cabo.
Después de compararlo tan despectivamente con otro niño u otra cosa el niño no le verá sentido al esfuerzo que hace para complacer a sus padres, llevándolos a tener pensamientos descontrolados lo que suele ocasionar:
- Relaciones dañadas.
- Celos.
- Negatividad.
- Nerviosismo extremo.
- Duda de si mismo.
2. Sacar conclusiones apresuradas
Las conclusiones precipitadas es algo común en los niños, puede que para bien o para mal, esto se debe más que todo a sus dificultades para desarrollar su coeficiente intelectual y los sesgos emocionales, además, si ya están acostumbrados a la negatividad y las comparaciones, naturalmente asumirán lo peor.
Este comportamiento puede hacerlos sentir heridos y acusados, están propensos a querer culpar a otros cuando las cosas van mal.
3. Catastrofismo
Catastrofizar es magnificar o minimizar una situación o un resultado para lo peor, en los padres esta forma de catastrofismo surge de la ansiedad por una situación angustiosa la que puede transmitirse al hijo porque:
- Se darán cuenta. No importa cuánto se esfuercen los padres para ocultar sus preocupaciones ante sus hijos, sin querer su ansiedad se verá filtrada en su comportamiento, los niños aprenderán de tales acciones de manera subconsciente e interiorizaran la tensión que viven sus padres.
- Ellos también se preocupan. La participación excesiva de los padres puede resultar en sentimientos de insuficiencia y debilidad en los niños, ya que estos no aprenderán correctamente de sus errores y de ciertas situaciones de juicio racional, esto puede empeorar en el futuro, ya que las preocupaciones del niño se ven en aumento a medida que se van presentando situaciones más difíciles de manejar.
- Luchan por ser independientes. Los padres catastrofizados suelen ser más controladores con sus hijos que los padres más relajados, ser un padre controlador le quieta la autonomía al niño, los padres ansiosos también son más lentos y más reacios a retirar su control sobre ellos, lo que dificulta la comprensión de cuidarse por sí mismo a medida que el niño va creciendo.
4. Pensamientos de todo o nada
Los niños luchan todos los días con los matices y la precisión, en cambio se inclinan a pensar en hipérboles y gravitarán alrededor del asunto ya que es más fácil de hacer y entender, los pensamientos de todo o nada afectan directamente la autoestima y percepción de sí mismo de los niños.
También es complicado para los padres cuando un niño ansioso intenta explicar una situación detalladamente, si nota este comportamiento con regularidad, debe notar las señales de alerta que le está enviando su hijo, puede que esté lidiando con una distorsión cognitiva agravada. Es recomendable visitar a un terapeuta infantil para manejar con más precisión la condición de su hijo.