Muchas personas actúan como víctimas, como si el mundo constantemente les hiciese daño y todo lo que les ocurre proviene de afuera de su alcance. Esta mentalidad es muy tóxica y no es saludable. Este comportamiento es común entre personas que han estado en situaciones tóxicas o de abuso.
Tratar con alguien que continuamente se considera una víctima puede ser agotador y no es algo que debas soportar. Es por esto que te traemos cuatro comportamientos que revelan que alguien está actuando como una víctima para que aprendas a identificarlas:
1. HABLAN NEGATIVAMENTE DE SÍ MISMOS
Las bajas expectativas de sí mismo y el hábito de "humillarse" a sí mismo son señales de alguien con mentalidad de víctima. Las personas que hacen esto no se preocupan lo suficiente como para hacer las cosas por ellas mismas. Confían en que las otras personas hagan las cosas por ellos, agotando la energía de los que quieren ayudarlos.
Para ellos todos sus problemas y obstáculos en la vida son un reflejo de su incapacidad para lograr las cosas. Interiorizan el fracaso con pensamientos tipo "No tengo suerte" "Nada de lo que hago funciona" y "Para qué molestarme si no tendré éxito de todos modos", convirtiéndose esto en su forma de pensar.
Entre más cosas malas o negativas les sucedan, más profundamente se arraigarán estas creencias. Con el tiempo, cada vez serán más incapaces de volver a levantarse después de cada caída.
La falta de autoconfianza es otra señal de una mentalidad de víctima. Aquellos que se ven a sí mismos como víctimas piensan cosas como "No soy lo suficientemente bueno para conseguir un mejor trabajo" o "No soy lo suficientemente inteligente como para tener éxito".
Esta mentalidad hace que la persona ni siquiera intente mejorar y desarrollarse, haciendo que su vida se estanque, lo que provoca una mayor victimización.
Todo lo que emprenden fracasa porque esperan fracasar. Se autosabotean. Su perspectiva negativa puede dificultar imaginar un escenario en el que tenga éxito, lo que significa que muchas víctimas no tienen éxito simplemente porque no creen que pueden tenerlo.
2. COMPARAN TODO
Frecuentemente se comparan con los demás por diversas razones. Generalmente, exageran las diferencias entre ellos y los demás, alegando que están en desventaja o que la otra persona tiene mucho más o mejores oportunidades que ellos. Al compararse con otros, usualmente lo hacen viéndose a sí mismas bajo una luz compasiva y negativa. Perciben sus defectos magnificados y más debilitantes como para alcanzar sus metas. Esto les proporciona la base para afirmar que la vida es injusta con ellos.
Además, aquellos con mentalidad de víctima con frecuencia menosprecian y critican a los demás. Esto ocurre porque la víctima siente placer y una sensación de superioridad al enmascarar sus inseguridades con insultos y críticas para los demás.
Son pesimistas y ven lo peor de todo y de todos. Constantemente compara su realidad con lo que pudiera ser. Esto les trae amargura y resentimiento. Por tanto, se queja de lo que le falta y luego se queja de quejarse y así sucesivamente.
3. NUNCA SE HACEN RESPONSABLES
Nunca asumen la responsabilidad por nada. Las personas con mentalidad de víctima se niegan a aceptar que hayan contribuido a sus problemas, echándole la culpa a los demás. Desvían cualquier acusación o sugerencia de que son ellos los responsables de sus problemas o dificultades. Simplemente son víctimas de los demás o de las circunstancias de la vida.
Siempre suceden cosas malas, incluso a personas que no lo merecen. Todos enfrentamos dificultades que no son nuestra responsabilidad, como otras que sí lo son. Pero aquellos que frecuentemente enfrentan muchos problemas o dificultades generalmente comienzan a creer que el mundo es el culpable y se niegan a asumir la responsabilidad que tienen en algunos de estos.
Un buen ejemplo de esto es perder sus trabajos. Claro, las personas pierden sus empleos por diversas razones que no siempre son su culpa, como recortes de personal. Sin embargo, puede deberse a factores de rendimiento o productividad o la actitud que tienen. Una persona con mentalidad de víctima no pueden ver esto, ellos son inocentes y son víctimas de las circunstancias.
4. ESTÁN ESTANCADOS
Alguien con mentalidad de víctima generalmente está atrapado en el pasado. Son incapaces de hacer cambios o piensan que no vale el esfuerzo para cambiar. Así que ni lo intentan. No mejoran ni avanzan en la vida, porque prefieren lo que es conocido. Siempre tienen excusas, culpando a su familia o la economía o las circunstancias de vida que les tocó. No admiten que no están dispuestos a esforzarse para mejorar.
Las personas con mentalidad de víctima se rehúsan a dejar ir el pasado, guardan rencores y agravios como armas, que sacan cada vez que alguien intenta hacerlos responsables de sus actos. Siempre presentan su pasado con excusa. Evitando que sigan adelante con su vida, ya que están estancados a su pasado y los recuerdos.
Las personas con mentalidad de víctima transmiten toxicidad, debes cuidarte de ser arrastrado hacia su oscuridad. Aunque estos problemas provienen de causas comprensibles, no son excusa ni les da derecho de absorber tu energía y amargar tu vida.
Aprende a reconocer estos comportamientos para que puedas ayudarlos a cambiar hacia el lado positivo. Llévalos hacia la luz. Ayúdalos a tener pensamientos positivos y de éxito.
Recuerda mantener tu salud mental bajo control antes de ayudar a atender las necesidades de los demás.